José María Carmona La recuperación de la economía mexicana está condicionada al comportamiento de la dinámica económica de los Estados Unidos, que tal parece es muy débil de acuerdo a los últimos indicadores la tasa de desempleo alcanza el 9 por ciento y otro dato relevante es la caída en la venta de casas durante el mes de junio, el consumo sigue bajo porque la mayoría de los estadounidenses enfrentan deudas que apenas pueden pagar con sus ingresos, según otras informaciones la economía del país del norte solo crecerá al 2 por ciento en promedio durante el presente año. A lo anterior hay que agregar el problema de la crisis de los déficits de los países de Europa y el tamaño de las deudas soberanas que han llevado a adoptar severos planes de austeridad así como modificaciones al sistema de pensiones con sus repercusiones sociales como el caso de Francia o la reforma laboral en España impulsada por el jefe del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y el Partido Socialista Obrero Español. Ante este entorno económico internacional adverso, la recuperación económica para el país resulta muy complicada, a pesar de que volvieron a crecer las exportaciones manufactureras particularmente la de la industria automotriz; como se sabe el sector manufacturero exportador es el motor de la economía mexicana y depende directamente del comportamiento de la demanda externa de la economía en los Estados Unidos. En el mes de junio el crecimiento del sector industrial fue del 8 por ciento con relación al mismo mes del año pasado, no obstante este nivel de crecimiento no se corresponde con el consumo interno que solo creció al 1.8 en lo que va del año, es por ello que las cúpulas empresariales están demandando una política de estímulos al consumo privado y que el gobierno abandone la posición en el subejercicio del gasto público para poder reactivar la inversión productiva en el mediano plazo. Por lo anterior, el gobierno de Calderón tuvo que cambiar al secretario de Economía Gerardo Ruiz Mateos por Bruno Ferrari, ya que el programa anticrisis instrumentado a principios del año pasado fue ineficiente como quedo demostrado con la caída de la economía mexicana y miles de pequeñas y medianas empresas desaparecieron. Hasta ahora para el discurso oficial la economía mexicana crecerá para el presente año en un 4.5 por ciento y hasta el mes de junio se han recuperado aproximadamente 500 mil puestos de trabajo, lo que no dice el gobierno de Calderón es que la mayoría de esos empleos recuperados son de carácter eventual, como fueron los que se crearon para levantar el censo de población y vivienda, además de que ya se modificaron las expectativas de crecimiento económico y son a la baja. Por lo que se refiere al financiamiento bancario para las empresas éste está prácticamente cancelado y solo el crédito al consumo es el que muestra un crecimiento, sin embargo resulta muy caro en el mercado; del programa anticrisis que se menciono anteriormente no tuvo los efectos positivos para contener la desaparición de miles de empresas y simplemente ya no para mantener en operación la planta productiva del país. Así se tiene que las expectativas de la recuperación económica internacional y en partículas la de los Estados Unidos es incierto en el corto plazo lo que no garantiza un crecimiento económico sostenido para el país y la política económica instrumentada por las autoridades financieras es incapaz para que por medio de mecanismos internos se sostenga el crecimiento económico, más aún porque la política monetaria esta al servicio del control del proceso inflacionario y por otro lado el gasto público y en particular el gasto de la inversión contribuye con su subejercicio a mantener el equilibrio en las finanzas públicas y sostener un déficit público que garantice la estabilidad financiera. Todavía el desempleo en el país es alto, a pesar de los anuncios espectaculares del gobierno de Calderón en esta materia, lo cierto es que la recuperación de la economía mexicana depende de la recuperación global, particularmente de los Estados Unidos y según los pronósticos no son muy halagadores, por lo que podría haber una nueva recesión y con ello la economía mexicana volvería a entrar en una nueva crisis económica con sus repercusiones sociales y políticas, por lo tanto el gobierno de Calderón es ineficaz para garantizar el crecimiento económico y del empleo. |
domingo, 25 de julio de 2010
SIN MECANISMOS PARA EL CRECIMEINTO ECONÓMICO
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