UNA DÉCADA PERDIDA MÁS

José María Carmona Según datos recientes la última década en materia de crecimiento económico se puede dar por perdida ya que el crecimiento promedio en términos anuales del Producto Interno Bruto del país será apenas del 1.7 por ciento, inferior al promedio de la década de los años 80´s, que fue el periodo más difícil para la economía mexicana, lo que llama la atención que estos últimos diez años han estado gobernados por el PAN, y prácticamente la economía se cayó con relación al gobierno de Ernesto Zedillo, donde la economía creció a un promedio del 3.5 incluyendo una parte del gobierno de Salinas de Gortari. Este raquítico crecimiento o la imposibilidad de crecer a tasas mayores, obedece fundamentalmente al modelo económico adoptado a mediados de la década  de los años 80´s cuando inicio el proceso de apertura y liberación del proceso económico, pero ahora el modelo está agotado y con muy malos pronósticos para el futuro inmediato que impactan en el nivel de empleo y en el nivel de vida de la población.  Diez años después de la alternancia en el poder presidencial el país se encuentra hecho pedazos, prácticamente las cadenas productivas al interior están destruidas y miles de pequeñas y medianas empresas han desaparecido, con un mercado interno deprimido y la caída casi vertical del poder adquisitivo de la población, que según varios estudios el poder de compra de los salarios ha caído hasta en un 70 por ciento, por ejemplo, el salario mínimo es tan solo una referencia sin efecto en el mercado laboral, pero sin ningún impacto en las remuneraciones salariales. Como ya se sabe el sector exportador es el motor de la economía nacional y es dependiente de la demanda externa de los Estados Unidos, además que tienen la característica de su alta especialización en ciertas ramas de la industria, principalmente la automotriz, la electrónica y autopartes, además que el 50 por ciento de las exportaciones corresponden a la industria maquiladora, la cual no genera valor agregado de importancia para la economía nacional. Pero lo más delicado del asunto, es que las perspectivas no son muy alentadoras para la recuperación económica después de la crisis del año pasado, de acuerdo a una consulta hecha por el Banco de México acerca del clima de negocios que prevalecerá durante el próximo semestre se desplomo de 76 a 48 por ciento durante los meses de junio y julio según los agentes económicos consultados, hay quien piensa que la situación económica empeorara aumentando del 3 al 10 por ciento de los consultados. Otro dato interesante es el índice de confianza de los analistas del sector privado que cayó de 144 puntos a 129 entre el periodo de junio a julio, no obstante que los analistas consideran un crecimiento económico del 4.5 por ciento para el presente año, sin embargo para el cuarto trimestre del 2010 se espera una fuerte desaceleración en el crecimiento económico. En relación al comportamiento del crecimiento de la economía de Estados Unidos consideran que habrá una desaceleración económica por lo cual las expectativas de crecimiento económico en ese país disminuirán en el próximo año, creciendo la economía al 2.8 para el 2011. De lo anterior se desprende que para los consultados por la banca central el nivel de empleo disminuirá por lo que se estima que al cierre del 2010 el número de empleos formales aumentara a 539 mil puestos de trabajo. Esta disminución del crecimiento económico según la consulta obedece a la debilidad del mercado externo y de la economía mundial. El factor de la inseguridad es otro aspecto que condiciona el crecimiento económico que conjuntamente con la falta de cambios estructurales constituyen un obstáculo para la recuperación económica del país. El consumo privado es considerado como otro aspecto en los analistas que está a la baja, al mismo tiempo la inversión  privada aumento, pero sin embargo la expectativa de la inversión pública también cayó y únicamente la expectativa de la inflación está a la baja para los especialistas consultados. Así pues, en materia económica la presente década se considera perdida y en el corto plazo no existen perspectivas de una recuperación económica sostenible debido a que existe una relación directa con el comportamiento del mercado externo el cual está marcado por la incertidumbre. De esta manera la economía mexicana registro en esta última década un crecimiento económico precario lo que impacta directamente en el crecimiento del desempleo abierto y el aumento de la pobreza la cual ha aumentado en el último año en 5 millones de personas, sin que exista la posibilidad de un cambio en el modelo económico por lo cual, ya se considera para la economía mexicana una década perdida más.