José María Carmona
La política social más eficaz es aquella que no es necesaria, eso quiere decir que en un país la distribución del ingreso nacional es equitativa como producto de una política tributaria que grava más a los sectores de mayores ingresos y que el gobierno tiene mayores recursos financieros para aminorar las desigualdades económicas y sociales.
Como ya se sabe en el país y en Michoacán más de la mitad de la población se encuentra en pobreza de acuerdo a los resultados dados a conocer por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval).
Con todo los problemas económicos, políticos y sociales de la entidad michoacana de los últimos 15 años, que la mayoría han estado gobernados por el PRD, que se supone que por ser de "izquierda", su política social estaría orientada a disminuir la desigualdad social.
Pero no es así, este es el caso de la pobreza donde 55.3 por ciento de la población michoacana se encuentra en pobreza, de la cual 9.4 está en condición de pobreza extrema, así mismo el 4.4 por ciento no tiene ingresos para comer y el 24.4 por ciento de los michoacanos cuentan con ingresos por debajo de la canasta básica, lo que significa que no cuentan con los suficientes recursos monetarios para adquirir lo más elemental para la subsistencia; el 60 por ciento de la población michoacana tiene ingresos por debajo de la línea de bienestar, a reserva de que a nivel nacional el 30 por ciento de la población se encuentra en riesgo de caer en un estado vunerable, algo semejante es para Michoacán.
El 27.4 de la población michoacana se encuentra en un estado de rezago educativo; así mismo el 22.8 por ciento de la misma no cuenta con servicios de salud y lo más grave de esta problemática es que el 68.9 por ciento no cuenta con seguridad social, es decir con seguro social, lo que a su vez significa que esta fuera de la formalidad laboral.
Por el lado de la calidad de la vivienda 14.8 por ciento no la tiene de manera digna y eso se puede apreciar en el crecimiento de los asentamientos urbanos irregulares de las principales ciudades de Michoacán; otro dato interesante es que el 24.5 por ciento de los hogares existentes, la cuarta parte de los de Michoacán no cuentan con servicios, ni agua potable, ni drenaje y energía eléctrica.
De esta manera los programas sociales de carácter federal y estatal solo han servido para amortiguar o contener la problemática social, pero sigue teniendo características estructurales, además de que la pobreza es mayoritariamente de carácter urbano.
De acuerdo con los datos proporcionados por el Coneval, la pobreza en los últimos cinco años en Michoacán ligeramente se ha incrementado; todavía hace falta hacer una evaluación de la política social implementada por los gobiernos de Leonel Godoy, Fausto Vallejo, Jesús Reyna, Salvador Jara y lo que va del gobierno de Silvano Aureoles, algo imposible de realizar para ser creíble.
Como se puede apreciar el saldo no es positivo y el problema de la pobreza en la entidad debería de ser mas grave si no se contara con el envió de remesas familiares a la entidad equivalente a más de 2 mil 500 millones de dólares por los migrantes a la entidad michoacana.
Otro factor hipotético es el lavado de dinero en Michoacán que sería interesante saber en cuanto contribuye para que la economía michoacana se mantenga en crecimiento y el monto de la derrama hacia la población pobre de Michoacán.
Para los economistas la pobreza se puede medir y diseñar políticas públicas para combatirla, pero esto no es suficiente, la política más recomendable es el fomento de la inversión productiva para generar el crecimiento del empleo.
Otro elemento a considerar es la migración de michoacanos al exterior, principalmente a los Estados Unidos que durante años ha servido de válvula de escape para amortiguar las contradicciones sociales.
De esta manera, la concentración del ingreso que es otro tema analizar en otra entrega, es muy grande y con ello la desigualdad social es otra cara de este Michoacán pobre y gobiernos opulentes que se manejan en la opacidad, la corrupción y la impunidad.
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