DESEMPLEO JUVENIL

José María Carmona El país cuenta con una población joven, que para los demógrafos es un bono lo que significa que la mayor parte de la población es un potencial para el crecimiento y el desarrollo, pero la realidad es otra, al sector juvenil se le ha denominado "la generación nini", lo que quiere decir que los jóvenes entre los 14 y 29 años no trabajan ni tampoco estudian y se encuentran como víctimas del desempleo como producto de los problemas estructurales de la economía mexicana. La época en que la juventud ingresaba a las universidades para estudiar una profesión y lograba obtener un título profesional casi era garantía de una movilidad social ascendente, desde las décadas de los años 60´s a los 80´s, prácticamente las universidades públicas se masificaron, y fue el esplendor de la clase media mexicana, conseguir empleo o ejercer una profesión liberal-abogado, medico e ingeniero-significaba mejorar sustantivamente su nivel de vida y alcanzar una posición mayor en la escala social. Pero después de 25 años de crisis económica y programas de ajuste la situación cambio radicalmente y ahora ni la política ni la propia economía mexicana es capaz de garantizar el número de puestos de trabajos que demanda el mercado laboral, teniendo como consecuencia el crecimiento de la economía informal, actualmente el INEGI calcula 12.5 millones de personas en la economía informal de los cuales 3 millones 700 jóvenes se encuentran en ella, de los cuales el 67 por ciento tienen entre 20 y 29 años de edad que equivalen a 2 millones 480 mil individuos. Mientras que existe una población juvenil  entre 14 y 19 años que suman un millón 225 mil personas que se encuentran en la economía informal. De los jóvenes ocupados en la informalidad dos terceras partes son hombres, o sea 2 millones 400 mil y el resto son mujeres. México es el segundo país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) con mayor cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan de entre 15 y 29 años. En un análisis del incremento del desempleo en los jóvenes durante la crisis, economistas del organismo multilateral afirman que mientras en Turquía el porcentaje es del 40 por ciento en México es del 22 por ciento. La situación se agravo con la crisis económica, porque además de que muchos jóvenes han quedado desocupados, en general en la región dos de cada tres de ellos no han conseguido trabajo por más de un año. En los países de la OCDE donde se incluye México, debido a la recesión ya hay 15 millones de desocupados de entre 15 y 24 años, es decir, 4 millones más que a finales del 2007. Mientras, el porcentaje promedio del desempleo en general en la región alcanzo el 6.9 por ciento; para los economistas de la OCDE pronostican que en el 2011 continuará a la alza este indicador y en el caso de la población joven se elevará al 20 por ciento. Además el empleo de carácter temporal en la población juvenil en los últimos diez años ha aumentado la baja calidad esto significa que los empleos ofrecidos a la población juvenil son poco atractivos por lo que los jóvenes no ocupan las vacantes principalmente por su baja remuneración salarial. Mientras tanto en el país, la Secretaria del Trabajo descalifica las estadísticas ofrecidas por el INEGI, para este organismo en el mes de abril la tasa de desocupación aumento a 5.4 por ciento de la Población Económicamente Activa lo que significa 2 millones 500 mil desempleados, que equivale a un incremento de 300 mil  personas desocupadas con relación al mes de marzo del presente año. En tanto la Secretaria del Trabajo a través de su titilar Javier Lozano informó que se han creado 403 mil plazas de trabajo formales entre enero a la primera quincena de mayo, según datos del IMSS. De acuerdo a lo anterior la cuarta parte corresponde a la población juvenil existente en el país y que solo el desempleo abierto es amortiguado por la migración a los Estados Unidos. De esta manera la estructura de la economía mexicana y la política económica es incapaz de impulsar el crecimiento económico de manera sostenida, resultando una pérdida de oportunidad el bono demográfico donde se pudiera aprovechar la potencialidad de la juventud en beneficio no solo del crecimiento económico sino del desarrollo del país, pero hasta ahora toda una generación de jóvenes está condenada a la economía informal y el desempleo, ante la mirada oficial indolente del gobierno de Calderón.