José María Carmona Mientras que los inversionistas estaban a la expectativa del acuerdo final de los ministros de finanzas de la unión europea que aprobarían el paquete financiero para rescatar a la economía griega, el jueves pasado en Wall Street se vivió por alrededor de 16 minutos una verdadera locura que hizo que el principal indicador bursátil, el Dow Jones cayera 9 por ciento, los analistas atribuyen este hecho a un error humano, porque algún operador tecleó equivocadamente una determinada orden de venta y con ello el mercado bursátil se derrumbo, aunque minutos después el mismo se volvió a recuperar pero finalmente cerro con una perdida de 3.20 por ciento. Ahora se sabe que esta equivocación no tuvo su origen en New York Stock Exchange (NYSE) si no en el mercado de tecnología Nasdaq donde se negocia el 28 por ciento del volumen de operaciones en Wall Street. Ahora se sabe que la caída empezó porque el precio de las acciones Procter & Gamble, misteriosamente cayo en 37 por ciento y con ello se aceleró el proceso de cambios al 60 por ciento en el valor superior en casi 300 compañías que cotizan en el mercado. Como se sabe desde hace mucho tiempo los operadores de los intermediarios financieros dejaron de comunicarse por vía telefónica para recibir órdenes de compra o venta de acciones y ahora a la velocidad de la luz las reciben por vía electrónica. De inmediato los inversionistas ante el derrumbe buscaron refugio en instrumentos más seguros como los bonos del Tesoro estadounidense y el oro. Las repercusiones para México no se hicieron esperar y el peso mexicano perdió 44 centavos ante el dólar spot, lo que significó en la semana una depreciación de 7.8 por ciento por la incertidumbre, a esto hay que añadir los temores de un contagio de la crisis griega que exacerbo después de la colocación de la deuda española a un precio muy alto. Otro efecto negativo por el derrumbe bursátil, fue la caída del precio internacional de la mezcla mexicana de petróleo que experimento una perdida de 5.82 dólares que equivale a una baja de 7.73 por ciento; mientras que el Índice de Precios y Cotizaciones tuvo una caída de 1.86 por ciento. Mientras que todo esto sucedía Agustín Cartens gobernador del Banco de México declaraba en un evento que las autoridades fiscales y monetarias todavía no pueden "cantar victoria" sobre la recuperación de México porque aun persisten regiones y países del mundo con vulnerabilidades importantes y por ello no es un hecho garantizado que habrá una recuperación vigorosa del dinamismo económico del mundo. Dos hechos hay que señalar por todo lo anterior por una parte los mercados financieros internacionales se encuentran muy sensibles ante cualquier evento externo y en el caso de la caída del pasado jueves de la bolsa de New York por un error humano, a pesar de la más alta tecnología para mover miles de millones de dólares a la velocidad de la luz con una exactitud increíble, ha quedado demostrado que tan vulnerable es el mercado bursátil, pero lo más grave es que puede afectar en unos cuantos minutos a las economías de los países emergentes con graves consecuencias para los niveles de vida de sus poblaciones. Por otra parte los mercados financieros se encuentran a la expectativa de la recuperación de la economía mundial particularmente la de Estados Unidos que para el primer trimestre del presente año ya registro una tasa positiva del 3.3 por ciento del PIB. Pero continua la amenaza de las deudas de los países europeos así como los acuerdos a los que llegan los gobiernos para enfrentar la situación, la crisis griega y el problema de los déficits públicos son factores que ponen en riesgo la consolidación de la recuperación económica mundial, pero ante todo será muy difícil recuperar en el corto plazo los niveles de bienestar de la población mundial en el corto plazo y sobre todo disminuir la pobreza de millones de seres humanos ante un capital financiero especulativo y depredador en la famosa era de la "globalización". |
domingo, 9 de mayo de 2010
MISTERIOSO CAPITAL FINANCIERO DEPREDADOR
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