domingo, 17 de octubre de 2010

UNA ALTERNATIVA PARA EL TRANSPORTE PÚBLICO


José María Carmona

El aumento al precio de la gasolina de manera mensual impacta el costo del transporte de mercancías y productos, al mismo tiempo el costo del transporte público, este último aspecto es importante porque representa el 30 por ciento del ingreso y gasto familiar, esto significa que las familias dedican la tercera parte de su presupuesto a pagar el costo del transporte público.

Todo lo anterior, tiene como antecedente la intención de los transportistas de Michoacán de pedir un incremento del precio del transporte público de 5 pesos a 7 para poder recuperar sus gastos de operación y según ellos una módica ganancia que les permita vivir, los señores del transporte público pretenden un incremento en la tarifa nada menos de 40 por ciento, sin tomar en cuenta que en el presente año aumentaron sin autorización alguna la tarifa en 50 centavos.

El argumento principal es el incremento constante del precio de la gasolina y las refacciones en lo que va del año, que por cierto económicamente este argumento no es sostenible financieramente debido a que un incremento en el precio de la gasolina no es directamente proporcional con el incremento en la tarifa que le están demandando al gobierno en este momento.

El aumento del precio de las refacciones y el costo de mantenimiento del parque vehicular tiene un método de cálculo diferente a la manera de cómo los transportistas lo pretenden aplicar, además de que la mayoría del transporte público al menos que opera en la ciudad de Morelia ya termino con su ciclo de depreciación, lo que significa que los ingresos obtenidos menos los costos realizados les genera una ganancia adicional extraordinaria.

La vida de uso de la mayoría del transporte público es en promedio de quince años y las condiciones son deplorables, además de que el sobrecupo con que operan de manera cotidiana, hace que la depreciación sea más acelerada.

En la ciudad de Morelia operan aproximadamente 5 mil unidades de transporte público entre combis, camiones y taxis, las rutas están diseñadas en la mayoría de los casos de manera anárquica.

Otro aspecto a considerar, es la distribución de los centros de vivienda en relación a los centros de trabajo y los educativos, así como el desarrollo urbano de Morelia, como ya se menciono en este espacio, en otras entregas la ciudad de Morelia esta ordenada de oriente a poniente y así ha sido su desarrollo por lo menos a lo largo de su existencia.  

Originalmente, la ciudad tenía un centro económico-político que era el centro histórico, pero al paso de los años surgió en la zona oriente de la ciudad un nuevo polo económico lo que se conoce como la zona comercial de las Américas, concentrando una buena parte de la actividad comercial y financiera de Morelia.

Así pues en la parte poniente de la ciudad está establecida la zona habitacional y en la poniente la comercial y financiera de la misma lo que tiene como consecuencia que la mayoría de la población trabajadora tenga que cruzar de poniente a oriente la ciudad para ir a trabajar, a esto hay que agregar los desplazamientos diarios de la población estudiantil a los principales centros educativos, de esta manera se tiene una anarquía en la funcionalidad del quehacer cotidiano de los morelianos.

El transporte público en las ciudades por lo menos debe de tener tres funciones, la primera facilitar el desplazamiento de la población a sus centros de trabajo y de estudio; reducir el costo de transporte al máximo utilizando las economías de escala, eso significa transportar el mayor número de personas por unidad de manera eficiente y reducir al máximo el tiempo de traslado y la regularidad en los tiempos de abordaje.

Las anteriores características no se encuentran en la estructura del transporte público de la ciudad de Morelia, en un primer momento se pensó que el sistema de combis solucionaría las anteriores características haciendo el transporte eficiente, cómodo, seguro y económico lo cual no sucedió y hoy el transporte público de la ciudad de Morelia descansa en el sistema de combis lo que genera congestionamiento vial, contaminación y sobre todo una anarquía y pérdidas de tiempo para la población trabajadora a un alto costo.

La solución al transporte público de Morelia, en este momento no pasa simplemente por un aumento del precio de la tarifa que sin duda alguna golpeará a la economía popular, sino por una restructuración integral que comprende el ordenamiento de las rutas, la introducción de un equipo de transporte donde se trasladen el mayor número de personas por unidad, la frecuencia en el tiempo de abordaje, introducir rutas vertebrales con rutas alimentadoras y contar con vías exclusivas para el transporte público lo que repercutirá en la reducción de los tiempos de transporte, la disminución de la saturación de las vialidades, una menor contaminación, destimular el transporte privado, construir vialidades exclusivas para el uso de la bicicleta como transporte alternativo, pero ante todo es necesario tener una política pública sobre este asunto que elimine al máximo la corrupción y la ineficiencia como sucede con la Comisión Reguladora del Transporte Público de Michoacán.   

 


 

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