domingo, 30 de enero de 2011

LA DEUDA PÚBLICA DE ESTADOS Y MUNICIPIOS

 

José Mará Carmona

Hace dos semanas en este espacio se comento la situación y las condiciones de la deuda pública de Michoacán, el crecimiento y su financiación, pero tal parece que no es el único caso  porque el problema de las deudas públicas de las entidades federativas del país es sumamente más grave de lo que se piensa; tal parece que no han sido suficientes los recursos de los excedentes petroleros que a través de las participaciones federales a los estados y municipios, para satisfacer sus necesidades para el financiamiento del desarrollo, lo que ha llevado a que los gobiernos estatales y municipales se endeuden, y en los últimos dos años el crecimiento de la deuda es exponencial.

Los gobiernos estatales y municipales de todos los partidos han recurrido a este mecanismo para financiar no solamente el déficit público si no también los proyectos de inversión, principalmente en infraestructura, a esta problemática hay que agregar la poca transparencia con que se maneja el ejercicio del gasto público de los estado y municipio donde la opacidad  es la característica principal de los gobiernos locales.

Otro estudio demuestra que los recursos de los excedentes petroleros obtenidos a través de las participaciones federales de los estados y municipios en los últimos cuatro años alcanzaron un monto superior a los 300 mil millones de pesos de los cuales no se sabe con exactitud cómo fueron gastados o ejercidos por las administraciones públicas locales.

Según un estudio publicado recientemente, en menos de dos años la deuda pública de los estados y los municipios creció en 37.5 por ciento y su monto alcanza un saldo de 278 mil millones de pesos.

Las estadísticas de la Secretaría de Hacienda indican que en este periodo creció en más de 75 mil millones de pesos, lo que significo que el crecimiento de la deuda pública de los estados y municipios pasó de 203 mil 70 millones a 278 mil 960 millones de pesos.

La entidad federativa con mayor crecimiento fue Tamaulipas, donde su indicador se disparo en 506 por ciento al pasar de mil 507 a 9 mil 134 millones de pesos. Otros aumentos significativos ocurrieron en Coahuila, Campeche y Yucatán donde las alzas fueron de 307, 233 y 160 por ciento respectivamente.

Según especialistas, la causa principal del crecimiento exponencial de la deuda pública de los estados y municipios fue por la crisis económica y los desastres naturales que afectaron a diversos estados.

En el transcurso del 2009 la contracción del crecimiento económico ocasionó una caída en los ingresos del gobierno, afectados por una menor recaudación y por menores recursos provenientes de la venta del petróleo a un precio menor de lo programado y una escasa plataforma de producción.

De tal manera que de un monto programado en participaciones federales por 430 mil 182 millones de pesos, la cifra observada fue de 375 mil 731 millones de pesos. A lo cual se sumo el descenso en los ingresos propios de los Estados.

Durante 2009, 19 entidades federativas contrataron deuda para el financiamiento de sus proyectos de inversión, por la caída en las participaciones federales.

Esta situación demuestra una fragilidad de las finanzas de estos estados, que ante reveces en las transferencias federales, sus bajos ahorros no les permite con normalidad el financiamiento de sus gastos operacionales.

En el año 2010 algunos estados tuvieron que recurrir al endeudamiento para hacerle frente a los desastres naturales que experimentaron como en el caso de Veracruz.

Las entidades federativas con mayores niveles de deuda para el tercer trimestre del 2010 fueron el Distrito Federal con 49 mil 96 millones de pesos, siguiendo por su monto el Estado de México, con 37 mil 356 millones; Nuevo León, con 32 mil 228 millones, y Jalisco 20 mil 931 millones de pesos.

Contrariamente, Tlaxcala no cuenta con deuda, y en Campeche sus pasivos alcanzan apenas 117 millones de pesos. El repunte en la deuda de los estados ocurrió en un periodo de transición de poderes, por los procesos electorales del 2010 y 2011 donde incluso en entidades como Puebla, Oaxaca, Sinaloa y Zacatecas cambio el partido en el poder.

Por lo anterior las nuevas administraciones tendrán que enfrentar elevados costos financieros y se verán obligados a negociar sus deudas en cuanto mejoren las condiciones crediticias según analistas.

De esta manera los estados y municipios en el próximo periodo tendrán que enfrentar la carga de una enorme deuda pública, la cual sujetara la maniobra de acción de  los gobiernos locales, comprometiendo los recursos financieros del futuro, de las generaciones de mexicanos en el presente como ya se indico en este espacio con el caso de Michoacán.

Además de que los únicos beneficiados de tal situación son los bancos extranjeros, así de tal manera los recursos financieros de los gobiernos locales están más ligados al comportamiento del mercado de deuda pública en lo que ya resulta un gran peso que tendrán que llevar a cuesta los estados y municipios perjudicando a la población.


 

lunes, 24 de enero de 2011

RECUPERACIÓN ECONÓMICA Y FORTALEZA CAMBIARIA


 

José María Carmona

Según varias consultorías el nivel de crecimiento económico para el 2011 rebasará las expectativas inicialmente proyectadas, por lo que se espera un crecimiento mayor al 4 por ciento, aunque este crecimiento será menor al año pasado que fue de 5.3 por ciento. El crecimiento estará determinado por el dinamismo del sector exportador y una mayor contribución de la parte interna.

A esta situación hay que agregar la fortaleza que registra el peso mexicano producto de la entrada de capital al país y la política de acumulación de reservas internacionales por lo que se puede inferir, el gobierno de Calderón estará en mejores condiciones de enfrentar el proceso electoral del 2012.

El peso mexicano ya rompió la barrera psicológica de los 11 pesos por dólar en su cotización, lo que implicaría modificar tanto la política monetaria como la tasa de interés en el corto plazo.

Pero el proceso de la recuperación económica está condicionado al comportamiento de la economía estadounidense, donde el efecto de la expansión será producto del estimulo fiscal que ha adoptado tanto el gobierno de Obama como la Reserva Federal, que hasta hoy suman más de 850 mil millones de dólares en los próximos dos años.

Así pues, la economía mexicana experimentara por segundo año un crecimiento aunque a una tasa menor para el 2011, pero al mismo tiempo tendrá que enfrentar la fortaleza de la moneda nacional que no es favorable para el sector exportador, porque un peso más barato significa que las exportaciones mexicanas se encarezcan, y que la demanda externa por la compra de mercancías mexicanas sufra una contracción, tarde o temprano esto repercutirá directamente en el déficit comercial de la balanza de pagos del país.

La fortaleza del peso, fomentará las importaciones en el corto plazo porque resultará más barato comprar mercancía en el mercado exterior que en el interno, lo que tendrá como consecuencias una salida importante de capital para financiar las importaciones.

También existe otro riesgo, que el crecimiento económico provoque una presión inflacionaria, si bien es cierto que al inicio del año, el aumento en los precios de las mercancías fue impactado por el aumento de las gasolinas, sí como de los productos básicos, entre ellos el aumento del precio de la tortilla y el transporte público.

Es por ello que para controlar el proceso inflacionario, las autoridades tendrían que modificar significativamente la tasa de interés a través de la reducción de la oferta monetaria, es decir, de la circulación de billetes y monedas y reducir significativamente la liquidez con que cuenta hoy el mercado, pero al mismo tiempo la fortaleza del peso no permite llevar a cabo esta modificación tanto en las tasas de interés a la alza como modificar la oferta monetaria.

Por otra parte, la recuperación económica necesita que el gasto público sea ejercido en tiempo y forma y particularmente el gasto destinado a la infraestructura se lleve a cabo porque constituye uno de los detonadores del crecimiento económico del país para el presente año.

De esta manera, las autoridades tanto monetarias como fiscales tendrán que conciliar el crecimiento económico con el control de la inflación, lo que no resulta tan sencillo de lograr en el corto plazo, más aún la economía en su conjunto tiene mucha liquidez, además de que la demanda interna está en recuperación, así lo demuestra el crecimiento de las ventas de las tiendas departamentales.

Existe un segmento de la población con ingresos medios, los cuales han recuperado su poder de compra en términos reales y que al mismo tiempo la expansión del crédito al consumo es el otro factor detonante del crecimiento económico, por lo que en el corto plazo el consumo interno continuará creciendo de manera sostenida, a pesar del crecimiento en los precios de los productos básicos.

Todo indica que la coyuntura económica favorecerá al gobierno de Calderón por lo menos hasta que culmine el proceso electoral del 2012.

Sólo queda una duda en el sentido de que esta situación favorable tanto para Calderón como para el PAN sea suficiente para poder nivelar la ventaja que lleva el PRI con su candidato Peña Nieto.

No hay que olvidar que los gobiernos de los estados contarán con enormes recursos para gastar en obras públicas y sobre todo en lo que se refiere al gasto social y poder amortiguar hasta donde sea posible las desigualdades sociales en la presente coyuntura electoral.

De esta forma se tiene por lo menos dos factores importantes; la recuperación económica y la fortaleza del peso mexicano que provoca una sensación de bienestar principalmente entre las clases medias, además de los efectos positivos del gasto público entre la población, de tal suerte que todavía falta mucho para definir si el crecimiento económico alcanzará para el 2012 y esto está condicionado a los factores externos, pero lo más importante es que se traduzca en una mejora de bienestar de la población.


 

domingo, 16 de enero de 2011

LA CARGA DE LA DUEDA PÚBLICA DE MICHOACÁN



José María Carmona

El Congreso del Estado aprobó la restructuración de la deuda pública de Michoacán, y es que la administración pública del estado prácticamente se encuentra en banca rota por la contratación de préstamos de corto plazo que se tendrían que cubrir próximamente, es por ello que el gobierno de Leonel Godoy solicito al congreso local la restructuración de la misma.

Cabe señalar que a lo largo de toda la discusión el entonces Secretario de Finanzas y Administración Humberto Suárez, advirtió que se podían desincorporar-privatizar-, varios bienes del patrimonio estatal para formar un fondo que pudiera resolver el problema de la crisis de deuda si los diputados no aprobaban la solicitud de la reestructura.

Pero lo cierto es que Suárez López se tuvo que ir después de nueve años de estar al frente de las finanzas públicas de Michoacán, y en este periodo el crecimiento de la deuda fue exponencial y de acuerdo a algunas fuentes ya alcanza el 30 por ciento de los ingresos estatales, pero lo cierto es que existen varias versiones sobre la situación de la deuda pública para el diputado Manuel Antúnez es mayor a los 12 mil millones de pesos y que está contratada en su mayoría a corto plazo por lo que ahora con el acuerdo tomado por los diputados, el gobierno de Godoy estará en condiciones de convertirla en deuda de largo plazo, que según algunos cálculos de especialistas equivaldría a que cada michoacana deberá 4 mil pesos por los próximos 25 años sin incluir el pago de los intereses.

La restructuración de la deuda fue aprobada por 33 diputados locales y 6 en contra de los cuales la mitad son de la bancada priísta, pero resulta verdaderamente escandaloso que en la nueva Ley de Deuda Pública se autorice al ejecutivo estatal a comprometer hasta un 30 por ciento de las participaciones federales en la contratación de nueva deuda.

Lo que resulta inadmisible, el crecimiento exponencial de la deuda pública durante las dos últimas administraciones perredistas, la de Lázaro Cárdena Batel y Leonel Godoy, donde a lo largo de todo este tiempo hubo un sólo responsable del manejo por cierto muy malo de las finanzas públicas michoacanas que fue Humberto Suárez que por ciento fue impuesto por las cúpulas empresariales de Michoacán.

De todo este proceso de endeudamiento de Michoacán los únicos beneficiados son los bancos trasnacionales que cobraran altos interese y comisiones por la restructuración que por cierto no se sabe su costo pero seguramente será muy elevado ocasionando una sangría a las finanzas públicas muy golpeadas.

Es sorprendente que en los últimos dos gobiernos disque de izquierda, el Estado de Michoacán haya alcanzado ese nivel de endeudamiento tan elevado y comprometiendo de esa manera los ingresos públicos con el pretexto de un mejor desarrollo para el pueblo michoacano, lo cierto es que la política de deuda pública es equivocada como se ha llevado a cabo.

Es necesario precisar que no fueron suficientes las participaciones federales para financiar el desarrollo del Estado y que representan el 97 por ciento de los ingresos estatales; los gobiernos recurren a la deuda cuando los ingresos tributarios son insuficientes para cubrir el gasto público y particularmente el relacionado con la inversión pública para detonar el crecimiento, el empleo y el bienestar de la población, pero en el caso de Michoacán, el desarrollo no ha llegado y por tan sólo citar alguna fuente confiable están los resultados del informe de las Naciones Unidas en cuanto al Índice de Desarrollo Humano donde la entidad michoacana ocupa los últimos lugares y tiene zonas de alta marginación.

Tampoco existe un informe claro y preciso sobre la deuda pública lo que habla muy mal de la rendición de cuentas y de la falta de transparencia de los recursos públicos tanto en su asignación como en su ejercicio, principalmente en este último aspecto donde la Auditoria Superior de Michoacán tiene mucha responsabilidad ante los michoacanos para saber detalladamente si los recursos obtenidos por la deuda pública han sido ejercidos correctamente y en beneficio de la población michoacana; lo que resulta a todas luces una ineficiencia no sólo del ejecutivo local sino una enorme responsabilidad que tienen los diputados.

Lo que es cierto es que las próximas generaciones michoacanas cargaran con el peso de una deuda pública que no fue en su beneficio y los costos sociales y políticos serán más altos no sólo para el gobierno de Leonel Godoy, ni para el PRD sino para toda la clase política michoacana que ha beneficiado a los empresarios con jugosos contratos.

Por ahora la deuda pública de Michoacán será una carga que tendrán que llevar los michoacanos a cuesta, así son los gobiernos de izquierda más neoliberales que los neoliberales.  

 


 

lunes, 10 de enero de 2011

PERSPECTIVAS ECONÓMICAS 2011

José María Carmona

En un verdadero estado de euforia, están las autoridades financieras y monetarias del país por los resultados del crecimiento económico para el 2010 donde se calcula un crecimiento del PIB del 5 por ciento, así como la recuperación del mercado interno a través del crecimiento del consumo privado sin dejar a un lado la dinámica de crecimiento del sector externo que es el pivote de la recuperación económica del país.

Estos resultados son producto de la disciplina de la política fiscal y el manejo adecuado de la política monetaria donde el déficit fiscal está en los niveles proyectados originalmente.

La política monetaria continuará en la misma dirección por lo que es de esperarse que las tasas de interés se mantengan en los mismos niveles registrados hasta ahora, porque no se prevé una aceleración en la economía mexicana ni incrementos en las tasas de interés internas.

A pesar  que el precio del crédito continuará estable y el sistema bancario estará dispuesto a otorgar un mayor número de créditos, la inversión productiva no tendrá un gran dinamismo por los problemas de la inseguridad que afectan directamente la toma de decisiones de los inversionistas de manera negativa, pero el sector de la construcción, particularmente vivienda, será beneficiado con la oferta crediticia.

Con relación al sector externo en el presente año la perspectiva es relativamente positiva. Se calcula que la economía de los Estados Unidos que será en el presente año alrededor de 2.6 por ciento, tasa similar a la que se calcula para 2010 al término del año; en los países que conforman la región del euro también tendrán un crecimiento similar al año pasado.

Por lo que se refiere al precio internacional del petróleo, las perspectivas son favorables y se proyecta una tendencia creciente en su cotización, incluso algunos analistas estiman que el precio puede alcanzar la barrera de los cien dólares por barril.

Esto tendrá como resultado una mayor entrada de divisas como consecuencia de las exportaciones petroleras, al mismo tiempo se espera un menor flujo de divisas provenientes de las remesas familiares por los efectos de un menor crecimiento en la economía de los Estados Unidos, a pesar de que continuará el estimulo fiscal para poder revitalizar su aparato productivo. Por lo tanto la tasa de interés en este país continuará a la baja durante el 2011.

Lo anterior implicará que los flujos de capitales sigan siendo favorables para el país con una mayor entrada en sus montos.

Todos los anteriores elementos repercutirán directamente en la determinación del tipo de cambio que se mantendrá en niveles muy parecidos a los 12.35 pesos por dólar que fue como cerró el año pasado, aunque no se descarta una fluctuación de capitales a lo largo del año en función de las condiciones  del mercado petrolero y en los acontecimientos políticos tanto internos como externos.

En cuanto al proceso inflacionario las estimaciones son favorables y se calcula un crecimiento de los precios en 4.4 por ciento para el 2010 y la proyección para el presente año es de 3.7 por ciento como resultado de la política fiscal disciplinada y el comportamiento esperado del tipo de cambio y un menor crecimiento del PIB.

La parte negativa de los pronósticos se refiere al empleo, para 2010 los resultados de generación de empleos fueron favorables ya que se generaron más de 730 mil, si bien es  cierto, que el número es inferior a 1 millón 100 mil empleos que necesita anualmente el país para absorber la fuerza de trabajo que se incorpora cada año al mercado laboral, permitió que el año pasado recuperaran los puestos que se perdieron durante la crisis.

Desafortunadamente la cantidad de empleo que se generarán durante el 2011 será inferior por un menor crecimiento de la economía.

Los riesgos económicos del 2011 son más bien de contexto externo. Uno es el crecimiento del precio del petróleo que llegue a tal magnitud que detenga la recuperación de la economía internacional, lo que traería como consecuencia una caída de las exportaciones y un menor crecimiento. El otro, que es más importante, es la reacción de los mercados financieros ante los posibles problemas en los países europeos para hacer frente a los compromisos de la deuda lo que podría convertirse en un factor negativo con incremento en la tasa de interés y restricciones en la oferta crediticia mundial, entonces los inversionistas se refugiarán en el mercado del oro para proteger sus capitales.

Lo único que no se proyecta es que el Congreso de la Unión pueda generar las reformas legales que permitan a la economía mexicana retomar la tasa de crecimiento que contribuyan a batir la pobreza y la desigualdad en la distribución del ingreso de acuerdo a los especialistas. Así pues, estas son las perspectivas económicas para el año 2011.