domingo, 20 de marzo de 2011

EFECTOS INMEDIATOS DE LA CRISIS JAPONESA



José María Carmona

Los efectos económicos y financieros del terremoto y el tsunami en Japón, se vienen a agregar a la incertidumbre que viven los mercados financieros internacionales por los acontecimientos tanto en África del Norte como en el medio oriente particularmente en Libia y el proceso revolucionario extendido a todo el mundo árabe; este acontecimiento es de vital importancia en estos momentos en que el alza de los precios de las materias primas, los alimentos y del petróleo son determinantes para la recuperación de la economía mundial.

Más allá del drama y la violencia de la naturaleza donde el hombre es incapaz de dominarla están las consecuencias económicas y financieras para la economía global, en un momento donde todavía no se sabe con precisión los costos financieros y la magnitud de la tragedia para el pueblo japonés y para el mundo.

Con estos acontecimientos se ha vuelto a abrir el debate sobre la utilización y la explotación de la energía nuclear como fuente alterna a la del carbón y los combustibles fósiles que hoy están a punto de terminarse.

Sin duda alguna el descubrimiento de la energía nuclear fue un gigantesco paso en el desarrollo de las fuerzas productivas que ha desarrollado la humanidad y su uso así como la forma de apropiación es lo que está en debate, la utilización de la misma como se sabe en el inicio fue para fines militares, como fue la utilización de la bomba atómica en Hiroshima que marco la rendición de Japón durante la segunda guerra mundial.

El terremoto afecto a las principales plantas nucleares que generarán un déficit en el abastecimiento de energía que tendrá que ser sustituido en el corto plazo por petróleo por lo tanto los principales productores de petróleo aumentaron su producción en 700 mil barriles diarios.

Aunque hay que tener presente que desde el inicio del conflicto en Libia los expertos calculan que la producción mundial de petróleo ha caído en un millón de barriles diarios.

Con el terremoto y el tsunami en Japón, la construcción de nuevas plantas nucleares por parte de varios países quedo suspendida, el propósito era responder a la demanda de energía en el mundo y la política de energía nuclear entra en un proceso de revisión que se llevará un considerable tiempo; el hecho objetivo es que a partir de estos acontecimientos se abre un debate en el mundo, sobre la utilización de la energía nuclear como una fuente alternativa para la economía mundial.

Otro efecto negativo de estos acontecimientos naturales fue la caída de la bolsa nipona cuando su índice principal el Nikkei cayó 10.55 por ciento, a consecuencia de que prácticamente el sector automotriz y electrónico quedaron paralizados por la falta de energía.

Como se sabe Japón es la tercera economía del mundo y el primer país productor y exportador automotriz del mundo lo que significa un duro golpe para la economía mundial.

Ante la sacudida del mercado bursátil japonés su banco central tuvo que intervenir para inyectarle liquidez por 43 mil 300 millones de dólares durante el lunes y el martes posterior al terremoto y al tsunami y luego una cantidad adicional que en total han  sumado 325 millones de dólares para amortiguar el colapso financiero.

El dólar descendió a un piso en los últimos 4 meses, de 80.09 yenes, lo que aumenta las expectativas de que Japón intervenga para depreciar su moneda.

El yen no podría estar peor si de enero de 2007 al presente mes y año se ha devaluado frente al dólar en un 33.33 por ciento. Aunado a lo anterior, la crisis financiera en el país nipón ha afectado en gran medida a las bolsas de otros países entre las que destacan el Cac, el Dax y el Dow Jones, las cuales han registrado importantes pérdidas.

Los mercados financieros internacionales no consiguieron superar el temor de que ocurra un desastre nuclear en la central de Fukushima en Japón, por lo que los índices accionarios intensificaron sus caídas o perdieron lo ganado en 2011.

El terremoto de 9 grados en la escala de Richter que sacudió a Japón el viernes pasado, aunado al tsunami en la costa norte y el nerviosismo por los riesgos en los reactores nucleares de la ciudad de Fukushima, podrían generar daños por hasta 250 mil millones de dólares en la economía japonesa.

Son cuatro vías principales del daño económico inmediato, la primera la destrucción de capital en la región afectada, la interrupción del subministro de materia prima al sector manufacturero, débil confianza del consumidor de negocios y la reducción del subministro de energía.

Todos estos aspectos constituyen los efectos inmediatos de la crisis japonesa sobre la economía mundial pero todavía es muy temprano para calcular los daños y el tiempo de la recuperación, así como la profundidad que se llevará en un plazo inmediato.

Sin dejar a un lado, el desastre nuclear, el debate que se ha abierto acerca de la utilización de la energía nuclear como fuente alterna y sobre todo la responsabilidad del gobierno japonés sobre el asunto, aun falta mucho por ver después de más de una semana de este fenómeno de la naturaleza.

 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario